ROSA DE JERICO (ANASTATICA, A. HIEROCHUNTICA)
Anastática,
del griego -anastasis-, resurrección.
Hierochúntica, del
griego -hiero-, sagrado.
La Planta Sagrada de la
Resurrección.
Especie única, cuyas ramas tienen la propiedad de contraerse con
la sequedad, permaneciendo cerradas y secas durante muchísimos años,
hasta que la humedad o el contacto con el agua vuelve a abrirlas,
recobrando de este modo su frescura y belleza.
Arrancadas del suelo por el viento, éste las arrastra a su
merced, convirtiéndolas en viajeras obligadas a través de estepas y
desiertos, cruzando las fronteras de diversos países de Asia y otros
continentes, y diseminando sus semillas por todos ellos. Posiblemente
este errar interminable diera forma a la leyenda de Jesús en el
desierto.
Oriundas de Afganistán, proliferan en los desiertos de Arabia,
Egipto, Palestina y riberas del Mar Rojo… Pero no crecen, sin
embargo, en la ciudad de Jericó; si bien es cierto que, miles de
años atrás (sobre el segundo milenio antes de Cristo), ricos
hacendados y comerciantes de esta ciudad las traían desde los
lugares más lejanos, como un preciado talismán para bendecir sus
casas o negocios y librarlos de los invasores. Pudiera ser que el
esplendor de Jericó en esta época diera nombre a la planta.
Su tradición ocultista data de tiempos muy remotos, y el paso de
los siglos no ha logrado desprenderla jamás de su leyenda y poderes.
Creyentes y no creyentes, todos reconocen antes o después sus
beneficiosos efluvios.
Cuenta la leyenda que, cuando Jesús se retiraba a orar al
desierto, la Rosa de Jericó, arrastrada por los vientos,
se detenía dulcemente a sus pies y, de madrugada, después de
abrirse con el rocío de la noche, ofrecía al Maestro las gotas de
agua de sus ramitas. Jesús las tomaba con las yemas de sus dedos,
llevándolas a los labios para calmar su ardiente sed. Conmovido, la
bendijo.
Extendida esta leyenda con el paso de los años a otras naciones y
otros continentes, diferentes etnias han considerado la Rosa de
Jericó como Flor Divina, reconociéndola, además, como
portadora de beneficiosos efluvios. Coinciden también muchas ramas
del mundo esotérico en atribuirle especiales propiedades,
acogiéndola como el talismán vivo más escaso y deseado.
Existe la firme creencia, arraigada en muchos pueblos de la
Tierra, de que quien adopta y cuida una Rosa de Jericó,
debidamente preparada con el Ritual Arameo de la Esperanza,
atrae milagrosamente hacia sí y los suyos PAZ, AMOR, SALUD,
FUERZA, FELICIDAD, SUERTE EN LOS NEGOCIOS, HABILIDAD EN EL TRABAJO,
BIENESTAR ECONÓMICO… Es por ello que, en numerosas ocasiones,
llegaron a pagarse sumas muy considerables por poseerla, pues rara
vez se tenía ocasión de encontrarla.
lunes, 20 de abril de 2015
Rosa de Jericó. Cuidados y como no la leyenda
lunes, abril 20, 2015
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