Mándala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también
conocida como rueda y totalidad. Más allá de su definición como
palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético
de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la
mente. También se le define como un sistema ideográfico contenedor
de un espacio sagrado.
Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su
origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las
indígenas de América y en los aborígenes de Australia. En la
cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias
con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los
seres humanos. Jung solía interpretar sus sueños dibujando un
mandala diariamente, en esta actividad descubrió la relación que
éstos tenían con su centro y a partir de allí elaboró una teoría
sobre la estructura de la psique humana.
Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la
mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó
que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en
el subconsciente colectivo.
Los mandalas también son definidos
como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la
meditación. Consiste en una serie de formas geométricas
concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas
básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y
rectángulos.
Estas figuras pueden ser creadas en forma bidimensional o
tridimensional. Por ejemplo, en la India hay un gran número de
templos realizados en forma de mandalas. Los diseños son muy
variados, pero mantienen características similares: un centro y
puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta
simetría.
Según la Psicología, el mandala representa al ser humano.
Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y
espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser
esencial. Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas
hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior.
Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en
medio de las tormentas.
El trabajo de meditación con mandalas
puede consistir en la observación o el dibujo de éstos. En el
primer caso, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una
respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún
mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y
te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor.
El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.
En el segundo caso, puedes dibujar mandalas o colorearlas. Se
recomienda que si estás vinculándote con estas imágenes, comiences
por pintarlas. Para ello, escoge un modelo que te inspire, selecciona
los instrumentos (colores, marcadores, acuarelas, por ejemplo), y
luego instálate en un sitio tranquilo. Puedes colocar música si lo
deseas y comienza tu trabajo. Hay técnicas variadas, todo dependerá
del tu estado de ánimo y de lo que el mandala que desees pintar te
transmita. Si crees que necesitas ayuda para exteriorizar tus
emociones, puedes colorearlas de adentro hacia fuera; si por el
contrario, quieres buscar tu centro, píntalas de afuera hacia
adentro.
Este es un trabajo que puede hacer cualquier persona, sin
importar su edad o religión. Es una práctica sencilla que redundará
en beneficios personales y en la consecución del equilibrio interno.
Beneficios de dibujar o pintar mandalas
2) Contacto con tu esencia.
3) Te expresarás mejor con el mundo exterior.
4) Ayuda a expandir tu conciencia.
5) Desarrollo de la paciencia.
6) Despertar de los sentidos. Es probable que comiences a ver lo que está a tu alrededor con otros ojos.
7) Empiezas a escuchar la voz de tu intuición.
8) Te aceptarás y te querrás más.
9) Te curarás física y psíquicamente.
Formas y sus significados
Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Conoce algunos de los más utilizados:
Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.
Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.
Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.
Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.
Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.
Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.
Hexágono: unión de los contrarios.
Laberinto: implica la búsqueda del propio centro.
Mariposa: autorenovación del alma. Transformación y muerte.
Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.
Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.
Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)
¿Qué quieren decir los colores?
El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial. Su uso está relacionado con el estado de ánimo de quien los pinta o dibuja.
Descubre lo que esconde cada tonalidad:
Blanco: nada, pureza, iluminación, perfección.
Negro: muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
Gris: neutralidad, sabiduría, renovación.
Rojo: masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
Azul: tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.
Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
erde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.
La próxima semana, dedicaremos un post a los mandalas, te lo podrás descargar y colorearlos.
Si tienes dudas bien puedes pasar a vernos o puedes preguntarnos por aquí, te garantizo que te respondo rápidamente.
No te olvides que hoy puedes Alcanzar tu sueño
Gracias por leernos,Patricia Sánchez de León